Mientras el presidente malgasta 300 mil dólares en un acto fallido en Ushuaia, sus candidatos en La Rioja, Gino Bisconti y Carolina Moreno, guardan un silencio cómplice frente al despilfarro, la deuda provincial que supera los mil millones de dólares y las denuncias por corrupción que rodean al entorno del libertario. Una complicidad que deja en evidencia su desconexión con la ciudadanía y su incapacidad para representar los intereses de la Provincia.

El reciente gasto de 300 mil dólares en tres aviones para un acto fallido en Ushuaia por parte del presidente Javier Milei ha dejado en evidencia no solo su desconexión con la ciudadanía, sino también la manera en que se utilizan los recursos públicos con fines estrictamente partidarios. Lo más grave no es solo el despilfarro en sí, sino que, mientras Milei malgasta dinero del Estado, mantiene a la provincia de La Rioja con una deuda que supera los mil millones de dólares, negándole fondos que le corresponden y que podrían ser destinados a educación, salud e infraestructura.
Pero esta crítica no puede quedarse solo a nivel nacional. Sus candidatos a diputados nacionales por La Rioja, Gino Bisconti y Carolina Moreno, guardan un silencio cómplice que resulta alarmante. No cuestionan el derroche, no denuncian la desconexión con la gente ni señalan las contradicciones entre el discurso de austeridad de Milei y su práctica real. Ese silencio convierte a los candidatos en cómplices de un modelo de gobierno que ignora las necesidades de la ciudadanía. En definitiva, sólo se limitan a la crítica sin fundamento y a repetir como loros y sin fundamentos “viva la libertad carajo” o “la libertad avanza o Argentina retrocede”.
El fracaso del acto de Milei en Ushuaia, con apenas 70 personas presentes y la suspensión de la caminata por falta de convocatoria, refleja desconexión total con la realidad social, algo que sus representantes provinciales parecen avalar con su inacción. La incoherencia entre promesas de austeridad y la ostentación en actos mediáticos pone en cuestión la capacidad de estos candidatos para representar a La Rioja y defender los intereses de la provincia frente a un gobierno que prioriza su proyección mediática por encima de la gestión responsable de los recursos públicos.
Pero la complicidad va más allá del derroche y la deuda. Bisconti y Moreno tampoco dijeron ni dicen nada sobre las denuncias por coimas contra Karina Milei, hermana del presidente, ni sobre el alcance de las denuncias que afectan a Martín Menem, su jefe político, implicado además en una nueva investigación por hechos de corrupción en la obra social OSPRERA. Tampoco se pronuncian respecto a la denuncia que vincula a Espert con el presunto narco Fred Machado, entre otras cuestiones que ponen en evidencia redes de complicidad y corrupción en el entorno político de Milei.
La verdadera vergüenza no es solo Milei y sus gastos excesivos: es la complicidad silenciosa de Bisconti y Moreno, que hacen como si nada pasara mientras la provincia sigue esperando fondos esenciales y miles de ciudadanos se sienten ignorados. Los riojanos merecen representantes que cuestionen, que denuncien los abusos y que prioricen los intereses provinciales por encima del show político. Hasta ahora, la respuesta de los candidatos de Milei ha sido un silencio que habla por sí mismo, un silencio que los convierte en cómplices.